viernes, 18 de abril de 2014

A VUELTAS CON LO MISMO. ¿APRENDEREMOS ALGUNA VEZ

No hace mucho, desde este mismo blog, alertaba del peligro de la desunión de la izquierda que, a pesar de los muchos intentos que se han dado a lo largo de nuestra historia, no acaba de encontrar su camino. Mientras tanto, la derecha lo encuentra siempre o casi siempre. Une más el poder y el dinero que las ideologías. Estamos en un momento crucial en el que si todos esos movimientos progresistas y plataformas ciudadanas, que han brotado después de la explosión del 15-M, no saben dar los pasos adecuados, de nuevo, perderemos el tren y con ello perderá la democracia.
         
Sé que ha habido contactos entre algunos de estos movimientos para poder ir juntos a las elecciones europeas, unas elecciones que son las que menos poder de convocatoria tienen para vosotros, los votantes, y que muchos consideran solamente un ensayo para las próximas generales. Desde mi punto de vista canino, creo que es un error no dar a estas elecciones la importancia que verdaderamente tienen. Si tenemos en cuenta que las grandes líneas de la política de la CE se marcan desde Bruselas y que los países que mejor van, económicamente hablando, son en realidad los que manipulan las normas que se imponen al resto de los socios europeos, creo que es muy importante que la izquierda aumente su presencia en los órganos de poder y decisión europeos. Porque desde Europa también se puede hacer España.                 
            ¿Y qué partidos deberían aumentar su presencia en los órganos de gobierno europeos? Aquellos que defiendan una democracia participativa de verdad, donde no se utilice al ciudadano cada cuatro años para votar y después se le pisotee en todos los sentidos y encima se le intente amordazar para que no pueda quejarse.
         
Aquellos que consideren que una democracia real y justa es la que da el mismo valor a todos los ciudadanos, sin importar donde residan, a la hora de votar: un ciudadano, un voto. Lo contrario, es decir, lo que tenéis ahora en España, es totalmente injusto y vulnera los derechos más elementales de muchos votantes.
         
Aquellos que realmente potencien, desde un principio de igualdad, equidad y solidaridad, es decir, JUSTICIA, los pilares básicos y directos para el desarrollo de una sociedad: salud, trabajo y educación. Es decir, derecho a una asistencia sanitaria pública y de calidad. Derecho, no sólo a un puesto de trabajo, sino a un puesto de trabajo que le permita vivir con dignidad, entendiendo por dignidad, no solamente un sueldo suficiente para hacer algo más que subsistir, sino unas leyes que le protejan contra los abusos laborales. Indirectamente, este derecho va asociado a otro muy importante como el poder tener acceso a una vivienda, sin ser esquilmado por ninguna entidad bancaria, ni tener que hipotecar no ya su casa, sino toda su vida. Y derecho a una educación pública que potencie y desarrolle sus cualidades. Este último derecho va unido indisolublemente al favorecimiento y el acceso a la cultura en todo su amplio espectro.
          Aquellos que luchen contra la corrupción, tanto en el ámbito de lo público como de lo privado. Que promulguen leyes que no permitan que este tipo de delitos prescriba, que castiguen severamente a los culpables, sin posibilidad de acceder a una reducción de la condena salvo que devuelvan lo robado. Que toda persona condenada en un proceso de este tipo quede totalmente inhabilitada para ir en una lista electoral (ni siquiera los imputados), ni ejercer ningún cargo público.  Aquellos que luchen de verdad contra el fraude fiscal en cualquiera de sus vertientes.
          Aquellos que crean realmente en la división de poderes y potencien el buen funcionamiento de los órganos judiciales, para conseguir que la palabra JUSTICIA no se convierta en un sofismas o en una utopía.
         
Aquellos que defiendan la libertad de mercado, pero sin permitir que esa libertad se transforme en un “dejar hacer” que convierta a los ciudadanos en esclavos del capitalismo y de la especulación bancaria y financiera.
           
Y, por lo que a mi directamente me concierne, aquellos que defiendan la vida y los derechos de los animales, que también los tenemos, ¡cojona!, y no permitan que la palabra diversión vaya unida al sufrimiento o muerte de cualquier ser vivo.
            
Son rasgos o marcos generales sobre los que habría que trabajar y profundizar, pero estos rasgos están presentes en general en los programas o proyectos que defienden varias de las plataformas ciudadanas que han surgido en estos últimos tiempos. De ahí nuestra esperanza, la mía y la de mi dueña-amiga, de que, por fin, estos movimientos podrían negociar unos acuerdos mínimos para poder confluir en una gran coalición  progresista y alcanzar el gran pacto que necesitamos en este momento para poder salir de esta crisis programada y manipulada, pero no por ello menos real, en la que nos han metido unos y han permitido otros. Y para poder luchar desde dentro y cambiar un sistema que hace aguas por todos los lados. 
          
          De ahí nuestro optimismo, puesto que son  muchas,  muchísimas más las cosas que les unen que las que les separan, pero vemos otra vez que somos unas ingenuas, y que no tenemos remedio. No aprendemos. Acabo de leer el anuncio de que tres de estas formaciones, Podemos, Partido X y Recortes Cero, han reunido los avales necesarios para poder concurrir a los comicios europeos. Todos ellos, más alguna otra formación, defienden la regeneración democrática, por lo que no se trataría de lograr un pacto simplemente para ganar más votos útiles, sino para utilizar el poder de dichos votos, y trabajar y luchar por esa regeneración, que es la base de todo lo que he expuesto anteriormente. Sin embargo, por lo que acabo de leer (sí, ya os he dicho que aunque soy una perrita, sé leer), y salvo acuerdos de última hora, cada uno irá por su lado.
         
¿Qué significa esto? Pues, creo que significa que nos vamos a quedar como estábamos. Según las extrapolaciones e hipótesis de distintos escenarios, dependiendo de la abstención que pueda haber, se necesitan aproximadamente entre doscientos o trescientos mil votos para conseguir un diputado al parlamento europeo. ¿Alguien cree de verdad que estos partidos los van a conseguir? No lo sé. Puede que lo consiga alguno pero todos…. lo dudo. El voto de la derecha es fiel y aunque haya desencantados con el PP, nunca van a votar a un partido progresista; Izquierda Unida también tiene unos votantes, más o menos fijos, y en cuanto a los desencantados del PSOE, puede que sí, puede que voten a alguna de estas otras formaciones, incluida IU, pero, igual que ese eslogan del 15-M de que “no hay pan para tanto chorizo”, no hay votos para tantos partidos, ni siquiera contando con los indecisos. Por lo tanto, mucho nos tememos que se va a conseguir, UNA VEZ MÁS, la atomización del voto. Ganarán, aunque pierdan votos, los de siempre…. Y así nos va.
         
En resumen, sigamos con los reinos de Taifas y nos seguirán dando por ahí…
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“¡Mecagonlaleche…! Mira que todavía hago un partido irracional… Bueno, no sé, quizás no, porque ya hay muchos... No sería nada original…”
 
 


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