lunes, 26 de mayo de 2014

LA ABSTENCIÓN GANA POR MAYORÍA ABSOLUTA


           No creo que me equivoque si digo que muchos de vosotros estabais esperando con gran interés y curiosidad el resultado de estas elecciones que, además de ser muy importantes en sí mismas, eran algo así como el termómetro que iba a medir la temperatura del descontento ciudadano, no sólo contra las políticas del Gobierno, sino contra el bipartidismo que ha resultado ser un lastre para el funcionamiento de la democracia, de una democracia real y más cercana a la sociedad. Yo, sinceramente, estaba expectante para ver si todos los movimientos de protesta ciudadana de estos dos últimos años, empezando por el 15-M y siguiendo con las distintas “mareas”, se iban a reflejar en las urnas que, en definitiva, es lo que vale.
          Ahora bien, lo que no esperaba es que, a estas alturas y con la que ha estado y sigue cayendo encima de vosotros, una gran parte de la ciudadanía, la mayoría en este caso, siguiese instalada en el pasotismo y en la ignorancia… Me quedo con muchas ganas de ladrarles algún adjetivo más, pero vamos a dejarlo ahí. Porque, al margen de los resultados de los que sí han votado, que comentaré después, nunca he entendido y sigo sin entender que alguien considere la abstención como una opción a la hora de votar en unas elecciones. Para mí, la abstención no tiene otro significado que un voto contra la democracia. ¿Para qué demonios la quereis entonces? ¿Es que a los abstencionistas les gustaría más un régimen dictatorial que no permitiese un sistema de elecciones libres, que no permitiese la existencia de partidos, ni de ideologías, que permitiese solamente un pensamiento único, el del sátrapa, cacique o tirano de turno y sus compinches?
          Mira, querido humano abstencionista, el único mensaje que das con quedarte en casa es ese, que te importa un bledo la democracia. No, de ninguna manera me vale que me digas que estás harto de los partidos políticos, que no crees en ninguno y todas esas zarandajas y tópicos. Yo también estoy hasta el último pelo de mi rabillo de los políticos en general y de los del Gobierno en particular, pero abstenerse no soluciona los problemas. Quizás estás pensando que votar tampoco, pero hay una gran diferencia.  Os ha costado mucho salir de una dictadura y tener un régimen democrático, bastante imperfecto, pero democrático  al fin y al cabo. Y todo lo que sea imperfecto se puede cambiar y mejorar. ¿Y quién puede hacerlo? Los partidos y los políticos con vuestros votos. Para eso son los votos, para echar a quien no sirve y reemplazarlos por personas más honestas que trabajen de verdad para lograr una sociedad más justa en todos los sentidos. Y si eso ya es difícil, de por sí, lograrlo con los votos, imagínate qué consigues tú quedándote en casa y pasando de todo. Si realmente estás harto, hay otras formas de manifestarlo: por ejemplo, molestarte en informarte del programa de los partidos que se presentan y votar por el que mejor te parezca,  y si, aún así, no te convence o no te gusta ninguno, vota en blanco. El voto en blanco, lo que quiere decir es eso, quiero la democracia, pero no me gusta ningún partido de los que existen en este momento. Claro que todo eso implica molestias y trabajo, pero la libertad implica eso, molestias y trabajo, pero sobre todo responsabilidad para ejercerla, y abstenerse, con todos mis respetos, me parece muy poco responsable. Porque si tu pasas de la política, la política no va a pasar de ti, ya que está presente en todos, toditos, los ámbitos de tu vida. Así que “pasar” de la política es igual a “pasar” de tu vida. Por lo tanto en las próximas elecciones, las generales, sigue pasando…. Tú mismo, ciudadano…. ¡Ay madre, con lo que daría yo por poder votar….!
          Para terminar este argumento que puede sonar a bronca, porque lo es, invito a los abstencionistas a que analicen los resultados e intenten imaginar lo que habría pasado si todos esos descontentos que han despreciado las urnas hubiesen ido a votar… No digo más, lo dejo ahí.

          Y ahora, sí, ahora voy a opinar sobre los resultados. Ya sabéis que puestos a opinar, servidora, aunque soy una perrita, opino de todo. El primer resultado es el que acabo de comentar: La abstención gana por mayoría absoluta. Y después dentro del recuento de los votos, lo más llamativo e importante es el principio del fin del bipartidismo. Los dos partidos hegemónicos, PP y PSOE, han recibido un serio varapalo, ya que la suma de ambos no llega al 50% de los votos y esto es la primera vez que pasa en vuestra historia reciente. El bipartidismo ha perdido más de 30 puntos, es decir, cinco millones de votos y 17 y escaños. ¡Casi ná…! Eso sí que da para que asesores sesudos y políticos de ambos partidos se sienten a analizar y meditar sobre su significado. El PSOE parece que ha sabido interpretarlo, pues Rubalacaba ya ha anunciado su marcha y la convocatoria de un Congreso Extraordinario para intentar sacar al partido del pozo en el que se encuentra. Sin embargo, los otros, por la boquita del señor Floriano, haciendo el ridículo, como cada vez que habla, lo primero que resaltan es que el PP ha ganado las elecciones… Hombre, estaría bueno que no hubiera sido así, eso sí que habría sido un cataclismo político en toda regla, sobre todo sabiendo que el electorado de derechas es bastante fiel. Pero tanto como ganar… Ante esta victoria tan pírrica y teniendo en cuenta el palo que se han llevado, yo ni me atrevería a hablar. Pero eso no va con este señor. Refiriéndose a Podemos, la sorpresa y, desde un punto de vista  social, el gran ganador de esta jornada electoral, ha afirmado que son de extrema izquierda y los responsables de los escraches, entre otras tonterías, lo que me parece una estupidez y una falta de visión política que no merece ni un comentario más…
          Bueno, sí, hay otro comentario. Parece ser, según ha publicado un diario, que Rajoy está satisfecho porque ha sacado más votos que el PSOE. Ha ganado el pulso a Rubacalba  y, al parecer, la lectura que hace de ello es que los votantes han dado el visto bueno a su política de recortes, porque si no fuese así habrían votado al PSOE… De verdad, esto ya me parece esperpéntico… Si el análisis que hace de su, canija victoria es ese, no me extraña que estéis como estáis. Pues no señor Rajoy, la lectura real de los resultados es la siguiente. Los votantes han dado una patada al bipartidismo, en realidad dos, dos pataditas.  Y en cuanto a su partido, que ha sacado cuatro millones de votos, quiere decir que, sin contar la abstención, que pasan de todo y, por lo tanto, también de ustedes, hay diez millones de ciudadanos que no les han votado, así que, aunque hayan ganado, democráticamente hablando, a ver si de una santísima vez se entera usted de la realidad de la calle.
          Hay que resaltar  el aumento de votos, tanto de La Izquierda Plural (IU) como de  UPyD, pero sin lugar a dudas, la sorpresa ha sido la irrupción de Podemos en el panorama político, superando en votos a UPyD y acercándose a los conseguidos por Izquierda Plural. Por el contrario, otros partidos, algunos de los cuales tienen su origen también en los movimientos de ciudadanos descontentos con las políticas que se están llevando cabo, tanto en España como en Europa, tristemente no han conseguido los votos necesarios para sentarse en Estrasburgo. Me refiero, entre otros, al Partido Animalista (PACMA) con 176.237 votos; el Movimiento de Renovación Democrática Ciudadana (RED) (105.183);  la Red Ciudadana Partido X (100.115); Confederación Piratas (38.422); DER, la agrupación de electores de Discapacitados y Enfermedades Raras (32.531);  Agrupación Electoral, Recortes Cero (30.958) e Iniciativa Feminista (25.199).
          Y vuelvo a mis anteriores artículos: Trabajar en lo que une y A vueltas con lo mismo. Estos partidos que menciono, más los que han conseguido escaño como IU, Podemos, Ciudadanos y Primavera Europea, creo que tienen en sus programas muchas más cosas que les unen que las que les separan. Si sumamos todos los votos, nos daría, aproximadamente, más de cuatro millones de votos, lo que hubiera situado a esa plataforma o coalición electoral por delante del PSOE e, incluso, del PP. Eso sí que hubiese sido realmente efectivo e inmejorable para los sufridos ciudadanos.
         Pero no ha podido ser. Por ejemplo, según las informaciones que me han llegado, Izquierda Unida no quiso unirse a Podemos, o no permitió que Podemos se uniese a ellos, o no permitió que Pablo Iglesias fuese en sus listas porque pedía primarias abiertas, pero, a su vez, Podemos creo que tampoco quiso unirse con Recortes Cero. Ignoro si ha pasado algo parecido con el Partido X y con las otras formaciones. Lo que es evidente es que, a la vista del resultado, éste ha sido muy bueno por el aumento de IU y la irrupción de Podemos, pero muy malo por la atomización final de los otros votos, votos que tristemente se han perdido para la democracia y para la ciudadanía.
          ¿Aprenderán la lección? Las generales están a la vuelta de la esquina. Personalmente, me da mucha pena que estos millones de personas que están en la misma onda de regenerar la democracia, luchar contra la corrupción, etc. etc., no sean capaces de forzar, cada uno desde su formación, un gran pacto, una gran coalición electoral que alcanzaría, sin duda alguna, una mayoría indiscutible que les permitiría llevar a cabo las políticas que necesitan los ciudadanos. Pero mucho me temo que, tras las próximas elecciones volverán a encontrarme aquí diciendo lo mismo…
          Y termino ya con la última reflexión. Vale, el PP ha perdido dos millones y medio de votos, pero no logro entender que con todo lo que ha venido haciendo, los recortes en Sanidad y Educación, el aumento de impuestos, privatizar todo lo que han podido, dejar a los pensionistas cada vez con menos poder adquisitivo, no haber conseguido reactivar el empleo, acabar con muchos derechos conseguidos por los trabajadores, y no digamos ya todo lo relacionado con la palabra corrupción, todavía, todavía, pueda haber cuatro millones de personas que sigan votándolos. Pero aún entiendo menos que un pensionista y un trabajador puedan votar a un partido de derechas.
         Son esos misterios insondables de la psicología humana. Será que yo, como perrita que soy, no puedo entenderlos, y eso que soy lista y lo intento, de verdad que lo intento. Pero no. Es como si hubiese elecciones en la dimensión canina y voy yo y voto a Cruella… 
Vamosssss, “pa” matarme….



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